StarChase se compone de un compartimento de disparo instalado sobre el parachoques delantero del coche policial. Aquí se esconde un "cañón" de aire comprimido que dispara una bala de un tamaño considerable. En realidad es un cilindro que contiene un material adherente que se pega al coche fugado.
Esta bala contiene un localizador GPS
que permite a la policía seguir el vehículo sin necesidad de iniciar
una peligrosa persecución en carretera, que en muchos casos termina con
el atropello de inocentes.