Asomarse a un paisaje real, pero a través de una pantalla. Disfrutar en verano de una agradable nevada, o de una vista de montaña desde el centro de una ciudad es posible gracias a ventanas virtuales.
El “invento” se completa con un sensor con el que podemos cambiar el punto de vista, siempre en función de si nos acercamos o nos alejamos de la ventana virtual. Es la ultradefinición que supera los límites visuales poniéndolos al servicio de nuestros deseos e imaginación.
Fuente: Antena3.com
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